Calentando Motores

El pasado día 26 de noviembre celebramos el Día de San José de Calasanz. Algo para lo que nos habíamos estado preparando toda la semana: decorando clases y pasillos, ensayando la coreografía. Así que encarábamos el día con mucha ilusión.

 La jornada empezaba algo fría pero nuestro compañero Carlos Martín se encargaba de recordarnos que era un día especial desde el momento que estábamos formando la cola para clase. Aunque todos estábamos al tanto de lo que se venía.

Los alumnos de 2º de Bachillerato estaban en la Iglesia con una actividad en la que diferentes alumnos escolapios de todo el mundo nos contaban su experiencia y el sentido de ser escolapio.

Acto Inaugural

En la calle escolar se palpaba la emoción y podíamos ver alumnos de todas las edades del colegio en representación de todos los cursos. Era el acto inaugural, en el que el director nos dirigió unas palabras.

Todas las clases y alumnos de centro estábamos conectados por streaming, también los que estaban en casa

Se entregaron los diplomas a la excelencia académica y mejores expedientes en el curso 2019-2020, así como el diploma en reconocimiento a todos los alumnos que participaron en el proyecto de Aprendizaje-Servicio y quedaron finalistas.

El Baile

Y claro, llegó ese momento que todos habíamos estado esperando toda la semana. «¿Por qué hay alumnos de todas las edades bailando por todos lados? En el patio, en las clases, en su tiempo libre». Se preguntaba más de un despistado a lo largo de la semana.

Esa letra que habíamos hecho nuestra sin darnos cuenta era Calasalema, la versión que Carlos Martín (sí, el de la primera hora de la mañana) había compuesto especialmente para Calasanz, con la música de Jerusalema. Y entonces todo el colegio bailó al mismo ritmo.

 

Calasalema ha sido una fiebre en todos los cursos, estamentos, profesores, personal… Cada vez que sonaba la música se nos iban los pies, ved, ved

Celebramos a Calasanz con nuestros compañeros

A medida que la mañana iba avanzando, las diferentes clases y niveles celebramos el día de nuestro fundador de muchas maneras distintas:

En Infantil hemos podido conocer a Calasanz por primera vez, jugar y colorear su figura, y también hemos tenido alguna chuche extra por ser un día tan especial. Hemos tenido misa y claro, hemos bailado como todos, que la música también era para nosotros.

En Primaria hemos hecho muchas cosas para festejar nuestro día especial. Hemos conocido más a fondo la historia del fundador a través de una película y hemos hecho muchas manualidades con la cara y la figura de San José, le hemos dedicdos frases. Oye, el mural de la calle escolar fue cosa nuestra, hemos coalborado todos y ha quedado muy bonito. Por supuesto hemos bailado con más entusiasmo que nadie.

En la ESO hemos dedicado parte de nuestro tiempo a homenajear a nuestros profesores, a los que pasan tanto tiempo con nosotros. Por ello les hemos escrito cartas en las que les agradecemos su paciencia y amor por nosotros. 

Además, en 2º y 3º de la ESO, se organizó un concurso de vídeo con el lema ¿Por qué somos Escolapios? en las que los alumnos intentaban poner todo su arte creativo en explicar lo que significa esto para ellos. Aquí tenéis a las clases ganadoras.

En este año raro, que nos obliga a mantener la distancia, a olvidar el abrazo, regresa Calasanz para decirnos que una canción, un dibujo, un baile, una oración, son la mejor manera de sentirnos cerca.

El amor que Calasanz puso en su labor es el camino que nos une a todas las personas que formamos parte de este proyecto humano que es nuestro colegio. Ese que sentimos como una familia y que cada día nos hace sonreír con nuestros chicos. Esa sonrisa, ese amor, no lo tapa una mascarilla porque sale por la mirada que ponemos en todo.

Feliz día de Calasanz 2020.