Durante todos estos años en el colegio, nos han hablado mucho de la experiencia del retiro y lo maravilloso que era. Pero con la situación del COVID no pudimos hacer el primero que se hace (el de cuarto de la ESO). Realmente, como todo en la vida, hasta que no lo vives no sabes lo que realmente es, somos verdaderamente afortunados de poder haber vivido esta gran experiencia, la cual nunca olvidaremos y perdurará en nuestra cabeza y en nuestro corazón para siempre.

En estos tres días de constantes emociones, hemos sido capaces de soltar nuestros miedos, inseguridades y heridas del pasado, apoyados por nuestros compañeros y profesores. Aprendiendo con todo ello de nosotros, nuestra alma, nuestros sentimientos, complejos y quienes somos realmente, quitándonos por fin esas máscaras que llevamos todos los días al colegio y en nuestro día a día. Por otra parte hemos aprendido aún más a empatizar con los demás, aprendiendo a escuchar y apoyándonos entre todos nosotros. Pero sobre todo hemos podido ver más allá de las primeras impresiones y dejar atrás esos prejuicios que tenemos hacía los demás.

Todo esto de la mano de Dios, que nos ha ayudado y acompañado en todo este proceso. Escolapios somos una gran familia, y en estas cosas se demuestra, pudiendo ver la cercanía y buenos valores que se transmiten.

Paula González.  Alumna de 1º de Bachillerato