Miguel de Cervantes, Miguel Hernández, Luis Cernuda, autores entre muchos otros que dedicaron su vida a la escritura y literatura, sin distracción de aparatejos molestos con ruidos estridentes y en muchos casos adictivos, en otras palabras, sin tecnología. De este modo, quiero posicionarme en contra de esta, puesto que ha deshumanizado por completo a la persona y al ser humano.

Cada vez a más temprana edad se hace uso de aparatos tecnológicos como móviles, tablets o computadoras, hecho que disminuye las habilidades sociales entre los más pequeños, y se tiende a llevar una vida más sedentaria y acomodada, que influirá a su estilo de vida y a su salud cuando crezcan. Además, se cree que en 2050 la mayor causa de muerte será por suicidios, mayormente a causa de acosos tecnológicos o la abundancia de trabajo, que conlleva estrés, puesto que la tecnología te acerca el trabajo y los problemas que engloban a casa, mediante abundancia de correos, tareas mediante ordenador que se pueden hacer sin necesidad de estar en el lugar de trabajo que quitan tiempo libre y libertad a los trabajadores.

Sin embargo, ha traído de igual manera aspectos y avances positivos, prácticamente en todos los campos, pero sobre todo en la medicina y la investigación. Ha creado empleo y ha promovido la economía mundial. A su vez, ha tenido un papel muy importante crucial en conflictos y problemas entre países, ha acercado a culturas y ha aportado beneficios claramente notables. Pero ¿No notáis que nos falta algo? Nos falta lo humano, lo creativo, la ilusión por el hombre, nos hemos convertido en máquinas, hemos perdido la esencia por la vida y por lo nuestro.

Ninguna aportación positiva por parte de esta disciplina compensará lo que ha hecho con el entusiasmado hombre que sabía disfrutar la vida más allá de la odiosa y mártir tecnología.