La fundación Ramón Grosso ha hecho entrega a nuestro colegio de un diploma de Agradecimiento por la labor que se viene realizando con nuestras alumnas del aula de enlace.

La fundación fue creada en junio de 2014 por los hijos del ex-futbolista y entrenador, con el doble objetivo de ayudar a niños con cualquier tipo de discapacidad, tanto intelectual como física, y a aquellos que viven en riesgo de exclusión social por algún motivo (religión, raza, nacionalidad…) todo ello a través del deporte.

Llevan cinco años cooperando en el Chad, donde la combinación de una falta de infraestructuras, recursos humanos limitados e inseguridad alimentaria ha dificultado el acceso a la educación básica en un país donde sólo un tercio de los adultos saben leer y escribir y un tercio de los niños en edad escolar están matriculados pero no acabarán sus estudios, y parte de esa cooperación es el acogimiento de niñas que se realiza en Pozuelo de Alarcón.

Estas niñas son actualmente alumnas del Aula de Enlace de nuestro colegio, donde se les brinda una parte importante de los objetivos que tiene la fundación: la educación. Además, las alumnas realizan sus actividades deportivas (el gran objetivo de la fundación) en la Escuela de Gimnasia Artística Pozuelo, que colabora activamente con la fundación Ramón Grosso en el Chad.

En la Escuela de Gimnasia artística Pozuelo trabajan con sus gimnastas fomentando la adquisición de valores como la superación, la felicidad, el respeto, el compromiso y la familia. De la mano de Sylvia García González, y con el apoyo de La Escuela de Gimnasia, se va a crear la primera escuela de Gimnasia Artística del Chad. Deporte orientado casi en exclusiva a las niñas, que son las que más sufren y las más vulnerables en los países musulmanes. Se trata de un proyecto muy ambicioso, ya que el objetivo es que estas niñas participen como equipo invitado de exhibición en los JJOO de 2024.

Una de las alumnas va a participar en los mencionados Juegos Olímpicos. Este acontecimiento tiene un objetivo social muy importante: conseguir que esa niña se convierta en un icono para las niñas de la sociedad chadiana, en un referente, un faro. Lo que queremos es poner a Chad en el mapa y empoderar a las niñas y mujeres de ese país, demostrándoles que puede haber un futuro mejor que el que les espera con matrimonios concertados a partir de los 12 años, ablaciones, infibulaciones, violaciones, embarazos no deseados, enfermedades y todo tipo de humillaciones. Esa niña, podrá ser un motor importantísimo de cambio social.

En el colegio estamos muy contentos de ser parte de dicho proyecto, de ser uno de los pilares que dan soporte a este magnífico proyecto y que entronca de manera sustancial con el espíritu calasancio que rige nuestra escuela: ayudar a los más desfavorecidos.