1º DÍA: LUNES 19

El lunes, tras un buen madrugón, con lluvia pero con mucha ilusión, nos pusimos en marcha hacia Valencia. En el autobús más de uno aprovechó para dormir… Hicimos una breve parada para estirar las piernas y almorzar y, finalmente, llegamos por la mañana a nuestro primer destino: el Oceanografic. Allí, empezamos viendo el tanque de los tiburones, pero ¿por qué los tiburones compartían tanque con otras especies? ¿Cómo es que no se las comen? Los guías nos explicaron que los tiburones no eran tan “feroces” como siempre imaginamos; solo cazan en caso de necesidad, y como ellos los alimentan no hay que preocuparse de esto.

Además visitamos la zona de cuarentena, en la que se encuentran las especies nuevas, las que necesitan tratamiento o las que tienen que salir del Oceanografic. Después tuvimos tiempo libre para ver las distintas zonas por nuestra cuenta: medusas, belugas, tiburones, rayas, peces, pingüinos, tortugas… También estuvimos en la exhibición de delfines, que fue muy divertida.

Cuando terminó la exhibición comimos, y luego visitamos el Museo de las Artes y las Ciencias, que nos dejó fascinados por su arquitectura. A todos nos gustó mucho que fuera un museo interactivo, para aprender a través de muchas actividades: podías tocar instrumentos, medir tu equilibrio, tu fuerza, tu capacidad de concentración… Nos llamó la atención especialmente una zona con incubadoras en las que podías ver nacer a los pollitos. ¡Estuvimos a punto de ver nacer a uno!

Por último, llegamos al hotel, repartimos las habitaciones y tuvimos un poco de tiempo para explorarlo. Después de cenar, dimos un paseo por Alboraya, el pueblo en el que se encontraba el hotel, y ya de vuelta todos gozamos de un merecido descanso.

2º DÍA: MARTES 20

El martes, nos levantamos y desayunamos en el hotel. Después fuimos a la ciudad de Valencia para visitarla. Hicimos un tour por los sitios más importantes y emblemáticos: el mercado, la catedral, las Torres de Serranos, el Jardín del Turia… Además, aprendimos mucho sobre la historia de Valencia. ¿A que no sabes qué simboliza el murciélago en Valencia? Cuenta la leyenda que cuando las tropas de Jaime I iban a ser atacadas por los musulmanes, un murciélago emitió un chillido, y gracias a esto, se dieron cuenta de su presencia y pudieron enfrentarse a ellos y derrotarlos. Desde entonces, simboliza la buena suerte.

También tuvimos un rato en el que pudimos visitar la ciudad libremente. Algunos volvieron a verlo todo con más detalle, otros se quedaron descansando a la sombra, y otros dimos un paseo en bicicleta por todo el Jardín del Turia (incluso llegando hasta el Oceanografic).

Tras terminar la visita, repusimos fuerzas en un restaurante cercano y fuimos a la playa de la Malvarrosa. Hacía muy buen tiempo para bañarse; muchos nos metimos al mar para refrescarnos, ya que el agua tenía una temperatura ideal, y disfrutamos mucho con las olas. Los profesores también llevaron malabares, cariocas y diábolos, y nos enseñaron a jugar.

Por la noche, después de cenar en el hotel, salimos a dar un paseo por la zona, y terminamos el día haciendo un juego en el que todos, también profesores, participamos, y nos pudimos reír durante un buen rato.

3º DÍA: MIÉRCOLES 21

El miércoles nuestro destino era la Albufera de Valencia. Cuando llegamos, los barqueros nos explicaron que su trabajo había pasado de generación en generación desde hacía ya mucho tiempo, y ellos eran la cuarta y la quinta generación. También nos hablaron un poco sobre toda la historia de la Albufera y nos enseñaron las barracas. Estas son las casas tradicionales de la zona, hechas principalmente de barro (de ahí su nombre). Nos contaron que todas están orientadas hacia una dirección concreta para permitir el paso de la brisa y así refrescar la vivienda. Dentro nos llamaron la atención los utensilios de pesca que se utilizaban antaño como las redes para anguilas, entre otras muchas cosas. Pudimos dar un paseo en barca recorriendo toda la Albufera, disfrutando de las vistas y observando muchos animales: flamencos, peces, patos…

Y estando en la Albufera y después de un paseo en barca, no podía faltar una auténtica y deliciosa paella valenciana. Cuando terminamos, fuimos también a la playa, y aunque parecía que iba a ser una tarde soleada y tranquila, de repente empezó a llover y tuvimos que salir corriendo a resguardarnos.

Tras la cena y para acabar el día, volvimos a la ciudad de Valencia, esta vez en metro. Tuvimos tiempo libre para disfrutar de nuestra última noche. Pasado un rato ya estábamos todos un poco cansados, pero los profesores nos tenían guardada una sorpresita 🙂 El metro había cerrado y teníamos que volver andando al hotel. Todos pensábamos que era una broma, pero al final la caminata resultó entretenida.

4º DÍA: JUEVES 22

El jueves nos levantamos pronto para hacer la maleta y desayunamos. Tras cargar el equipaje en los autobuses, fuimos a visitar Sagunto. Comenzamos viendo el teatro romano, y nos llamó la atención a todos la buena acústica que tenía. Hoy en día está completamente reformado y se sigue utilizando para diversos eventos. Después, subimos a ver el castillo. En él se distinguen claramente todas las etapas de su construcción: fue iniciado en tiempos de los íberos, y luego continuó con los romanos, durante la época medieval, con los árabes… Nos explicaron con detalle las distintas partes del castillo, y tras la visita fuimos a un restaurante para la comida que nos encantó a todos, especialmente la tarta de chocolate que nos sirvieron en el postre.

Por último, subimos a los autobuses y nos preparamos para volver a Madrid. Este trayecto estuvo muy animado. En la primera parte, prácticamente todos estaban dormidos (excepto el conductor, claro 😉 ), pero tras hacer una parada, todos nos activamos. Muchos estuvimos hablando, otros cantando y otros jugando y gritando, pero todos lo pasamos genial. Todos queríamos aprovechar al máximo los últimos momentos del viaje. Fue una manera idónea de terminarlo.