Los alumnos de 2º de Bachillerato han podido disfrutar los días 6 y 7 de octubre del retiro de 3ª Etapa. Durante dos días han reflexionado sobre su vocación, a qué se sienten llamados, cuáles son sus dones…
Dios se ha hecho presente estos dos días entre nosotros, y a pesar de que se nos ha hecho muy corto y de las dificultades que sabemos que nos vamos a encontrar, ha sido una experiencia muy enriquecedora y que nos va a dar fuerza para afrontar las importantes decisiones que tendremos que tomar este año.

¡Enhorabuena, chicos!

Perderse para encontrarse

por María Eduarda Schneider (alumna de 2º de Bachillerato)

Estamos tan acostumbrados a pasarnos la adolescencia y muchas veces la vida solamente sobreviviendo, de manera automática e inmersos en la fácil y cómoda burbuja de mediocridad a la que en el fondo nos convierte en personas conformistas y escasas de ilusión.

La reflexión, el silencio, el proceso de conocerse a uno mismo son desafíos necesarios para que seamos capaces de construir nuestro camino y muchas veces por no darnos la oportunidad de pensar en estos temas elegimos la vía de las distracciones en busca de llenar nuestros vacíos y no nos damos cuenta que cada vez más eso hace con que nos alejemos del poder de encontrarnos.

Gracias Escolapios por este retiro tan maravilloso, por proporcionarnos un ambiente seguro, acogedor y donde la empatía prevalece, por darnos la oportunidad de conocernos un poco más a nosotros mismos, a poner el futuro sobre la mesa en este momento tan importante de nuestras vidas y asi haciendonos pensar a respeto de objetivos, metas y planes, a incentivarnos a la constante búsqueda de nuestra verdadera felicidad y fe, a comprender que también podemos ser frágiles y eso nos convierte en personas fuertes, a descubrir nuestros valores, debilidades y sobre todo que nos hace especiales.

Fuimos al retiro en un grupo de aproximadamente 44 estudiantes de 2 de bachillerato acompañados de 4 profesores, los cuales nos dividieron en 4 grupos mezclados de manera que tuvimos que relacionarnos y conocer a los demás.

La dinámica consistía en reunirnos en una sala donde cada uno de los profesores compartían con nosotros un poco de sus historias y experiencias en relación a la vocación, a la fe, a las frustraciones y a la vida. En estos momentos repartían ¨documentos¨ que venían seguidos de preguntas, luego teníamos un determinado tiempo para pensar y reflexionar a solas, por fin nos reunimos con nuestros grupos y hablábamos de manera cercana y con una actitud comprensiva entre todos.

Compartimos muchos momentos preciosos como las comidas, los tiempos libres, las charlas entre otros que jamás se olvidarán.